Si las partículas cuánticas de las que estamos hechos pueden estar en comunicación instantánea unas con otras, hallarse en dos lugares a la vez e incluso cambiar el pasado a través de elecciones realizadas en el presente, nosotros también podemos.
Foto:Daniel Semper |
Si las partículas cuánticas no están limitadas por las "leyes" de la ciencia-al menos como la conocemos hoy- y nosotros estamos hechos de esas mismas partículas ¿podemos hacer nosotros también cosas milagrosas? ¿Es posible que la libertad con respecto al tiempo y el espacio que demuestran estas partículas nos revele la libertad que podemos disfrutar en nuestras vidas?
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La única diferencia entre esas partículas aisladas y nosotros es que nosotros estamos hechos de muchas de ellas, vinculadas a través de la sustancia misteriosa que llena esos lugares que antes pensábamos que eran espacios vacios: una forma de energía que recién estamos empezando a comprender.
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